Ya si recibió y está intentando descifrar nuestra intención de comunicar es la persona que andábamos esperando. Pongámonos como propósito fundamental establecer relaciones, debido a que este es uno de los motores de la comunicación humana. No codiciemos un mercado para esta revista. Pretendamos generar, en lugar de compradores, lectores participes de todo lo que aquí se plantee.
Hoy, todos sabemos, o eso creemos, cuál es el contexto en el que vivimos. El capitalismo impera con toda impunidad, reina el mundo de la globalización galopante. No son hechos que se produjeron de la noche a la mañana, sino procesos que vienen hace tiempo ocupando todos los espacios de la sociedad.
Además, todos percibimos, mal que mal, cómo se manejan hoy los medios comerciales de comunicación. Si escribiéramos que son monopólicos o que tienen una organización verticalista, no sería novedad, o planteado en jerga periodística: no sería noticia. Justamente deseamos deshacernos, antes que nada, de ese tipo de lenguaje, de la pirámide invertida (dónde lo “más importante” va a la cabeza de la nota) y otros métodos enseñados en los adiestramientos a estos supuestos profesionales del lenguaje, para uniformar estilos y generar un ejército de la información mucho más obediente y acrítico.
Por eso tratemos de corrernos de los dispositivos de control social, los medios masivos comerciales, los formadores de opinión, o como se los quiera llamar. La idea es que cada quién sea capaz de construir su propia visión de los acontecimientos.
Estamos lejos de querer tener una misión disciplinaria. La comunicación, como cualquier rama que tenga que ver con las humanidades, no puede pensarse como una ciencia dura, en la que se repitan fórmulas.
Aspiramos a analizar experiencias y acontecimientos sociales, no durante el breve tiempo que dura la noticia, sino durante el período que hace posible comprender el proceso de transformación que lleva a dichos sucesos.
Hoy, la información está concentrada y el negocio está en ocultarla, esconderla. Lo interesante de esto último es que si se logra comprender cómo funciona esta estrategia de los que utilizan los medios para su provecho, se puede plantear una forma distinta de manejarse: difundir esa información. El poder de turno para preservarse invisibiliza la capacidad de creación política de la sociedad, negando su potencia transformadora.
Desenmarañemos cuestiones que se encuentran enredadas, y no por arte de magia. Hay sucesos claves para entender conflictos que nos afectan a todos que fueron transformados en incomprensibles, y por lo tanto inanalizables, porque faltan datos claves, conocidos por unos pocos, pero que no les interesa compartir.
Anhelamos romper con la idea de micrófonos, y que todas las voces logren ser no sólo oídas, sino más bien escuchadas, contempladas, tenidas en cuenta. Lograr tanto circulación de información, como la de los informantes o la de los que están, realmente, implicados en los temas que se traten.
Esta organización colectiva, en la que se incluimos a los lectores, en vez de dedicarse a lo destructivo, trata fomenta lo constructivo. Nos parece que crear algo con el único objeto de combatir a un “enemigo”, pocas veces dio resultados. Nos suena absurdo perder energía en obstaculizar la posibilidad de trasmitir algo a los medios comerciales, cuando se puede usar para crear, generar y trasmitir desde un medio propio.
No pretendemos sumar nuevos prejuicios, ni reemplazar la información por adjetivos, sino que tratamos de reflexionar sobre cuestiones que, por supuesto, nos incluyen e influyen en nuestra cotidianidad.
Nuestro objetivo se centra en construir diversos canales por los que la información fluya en diferentes direcciones, libremente. Generar el debate de múltiples y variadas cuestiones, permitiendo todo tipo de análisis y miradas. Crear vínculos que fortalezcan identidades que luchan por dejar de ser lo que otros quieren que sean.
Por todo esto, es que somos totalmente partidarios del Copyleft, o utilizando lenguaje popular, no sólo estamos a favor de que las ediciones de la revista sean fotocopiadas, sino también nos alegraría que ese proceso sea realizado.
Todos los que nos sintamos partícipes de este proyecto debemos buscar que los datos que estén al alcance de quien lo desee con el fin de fomentar así la divulgación de la comunicación y expresión colectiva.
